• Protección facial: Soldar dos piezas de metal, involucra electricidad y altas temperaturas. El arco eléctrico es el que conjuga estos procesos, pero no es lo único que genera. Cuando encendemos la chispa con el electrodo, este genera radiación lumínica y calórica desprendiendo humos que, sin ninguna protección, son muy nocivos para el rostro. Por esto, es esencial que tus ojos y cara estén protegidos contra la exposición a la radiación, ya que esta podría causarte daños oculares, ceguera temporal o permanente, e incluso dañar la piel. La medida preventiva principal que debes tomar una máscara con el lente del tono correcto. En el mercado, encontramos gran variedad de máscaras tales como, máscaras para soldar de mano, máscaras para soldar con soporte de cabeza, máscaras para soldar fotosensible. Esta última cuenta con un sensor fotosensible que, al detectar radiación ultravioleta o infrarroja, el visor se pone automáticamente opaco brindando la seguridad necesaria, lo que permite trabajar de manera más eficiente. Es importante seleccionar aquella mascara que mejor se ajuste a tus objetivos.

• Protección ocular: Las proyecciones de virutas que pueden impactar en los ojos generando lesiones permanentes o definitivas. Para evitar que estas partículas desprendidas del metal impacten en los ojos, con el simple hecho de utilizar gafas, monogafas, lentes, anteojos o pantallas, te permitirá trabajar sin complicaciones oculares. Estas se deben utilizar en todo momento.

• Protección auditiva: Son elementos utilizados para proteger el sistema auditivo. Su objetivo es reducir el nivel de presión sonora percibido al estar expuesto al trabajo. Es indispensable emplearlos cuando se está sometido a niveles que superen las intensidades y tiempos de exposición. En esta categoría podemos encontrar tapones auditivos y orejeras.

• Protección respiratoria: Son elementos destinados a la protección de las vías respiratorias. Para llegar al punto de fusión del metal, se necesita mucha energía que se trasforma en calor. Estas altas temperaturas que se concentran en el material generan humos tóxicos que, en ambientes cerrados, pueden generar graves inconvenientes. Es necesario contar con la ventilación adecuada en el espacio de trabajo, pero además se debe utilizar la protección correspondiente para respirar el aire sin inhalar estos humos, tal como un barbijo o mascarilla. Estos son de peso ligero, no necesitan mantenimiento y son desechables. Se ajustan prácticamente a cualquier máscara de soldadura.

• Protección de manos y brazos: Las extremidades superiores son la parte del cuerpo que se ven expuestas con mayor frecuencia al riesgo de lesiones, como consecuencia de su activa participación en los procesos soldadura. Los guantes de soldadura deben proteger las manos frente a riesgos térmicos, agresiones mecánicas y proporcionar una mínima resistencia eléctrica hasta los 100 V (DC) para soldadura por arco. Por otro lado, las mangas de cuero son otro elemento muy útil que protege el brazo hasta el hombro impidiendo la intrusión de partículas hacia el interior.

• Protección de Pies y Piernas: El calzado de seguridad en la herrería es de suma importancia por varios motivos, en primer lugar son los elementos que nos proporcionan estabilidad por su formato y materiales, cuentan con suelas antideslizantes, lo que nos permite transitar por distintas superficies sin perder tracción. En segundo lugar, proporcionan seguridad a la parte de los dedos, incorporando puntera o topes de seguridad que garantizan la protección suficiente contra impactos. Las zapatillas o botines de trabajo cumplen todos los requisitos que impone este proceso para estar protegido, pero al tener caña baja, deja expuestos puntos en los que pueden ingresar partículas. Para solucionar este problema, se utilizan polainas.

• Protección corporal: Los delantales de cuero utilizados en soldadura son elementos de seguridad que cumplen distintas funciones. La principal es proteger los órganos vitales de la radiación generada por el proceso de unión, al ser la parte del cuerpo que queda más expuesta. Tambíen debe ofrecer protección frente a riesgos térmicos y mecánicos.

• Ropa protectora: Es la protección primaria del cuerpo y por eso es de gran importancia. Se deben utilizar materiales ignífugos, livianos y que cumplan con los requerimientos de seguridad necesarios.

Los elementos de protección personal están destinado a ser utilizado o sujetado por el trabajador, para protegerlo de uno o varios riesgos y, así, aumentar su seguridad en el trabajo.